Familiares rinden tributo a sus seres queridos fallecidos durante la invasión de Estados Unidos a Panamá en un cementerio de la capital, mientras que otros no pierden la esperanza de que a 32 años de la acción militar puedan dar con el paradero de familiares desaparecidos.
Familiares rindieron tributo el lunes a sus seres queridos fallecidos durante la invasión de Estados Unidos a Panamá en un cementerio de la capital, mientras que otros no pierden la esperanza de que a 32 años de la acción militar puedan dar con el paradero de familiares desaparecidos.
En la jornada —declarada por el gobierno duelo nacional— una Comisión de la Verdad dará su informe anual sobre los avances y dificultades a cinco años de su creación. Esta vez participarán por primera vez autoridades del Ministerio Público y del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses que llevan adelante el proceso de análisis e identificación de restos humanos exhumados en fosas comunes en dos cementerios y que corresponden a fallecidos de la invasión.
Entre los familiares de desaparecidos figura Juan Carlos Rodríguez Torrero, quien busca a su hermano Alejandro Antonio Hubbard Torrero, que tenía 24 años y culminaba sus estudios de abogacía cuando desapareció durante la invasión, que expulsó del poder al dictador Manuel Antonio Noriega.
Juan Carlos, de 44 años de edad, y su madre aportaron sus muestras de ADN para que formen parte de un banco de datos con muestras biológicas de familiares de personas desaparecidas y que serán contrastadas con los restos exhumados hasta el momento.
“No perdemos la esperanza” de encontrarlo, dijo Juan Carlos, quien tenía apenas 12 años cuando despareció su hermano. Por ser el más pequeño de cinco hermanos, se quedaba en casa mientras su madre y los otros hermanos mayores salían los días posteriores a la invasión a recorrer calles, hospitales y morgues en busca de Alejandro.
Juan Carlos recuerda que a su corta edad no tenía claro lo que había ocurrido con su hermano. “Yo sentía que me lo arrebataron, que alguien se lo llevó en un helicóptero, en un avión”, dijo en un conversatorio organizado recientemente por la Comisión.
José Luis Sosa, secretario ejecutivo de la Comisión 20 de Diciembre, dijo que como parte de las investigaciones que adelanta ese organismo han recuperado todas las listas publicadas sobre personas que murieron a causa de la invasión, entre ellas de nombres de víctimas elaborada por organizaciones de Derechos Humanos y de familiares de víctimas. También de pequeñas listas con nombres que aparecen en libros que se han escrito sobre la invasión, a las que se ha sumado la lista que la Comisión ha elaborado con las personas que se acercaron a exponer los casos de sus familiares en los últimos años.
El objetivo, según Sosa, es hacer una depuración del listado. “Eso es realmente una tragedia nacional porque una cosa es haber sufrido la invasión y otra cosa es no haber hecho una investigación de esos hechos durante tanto tiempo… es un capítulo que tenemos pendientes”, subrayó Sosa.
La Comisión de la Verdad ha logrado hasta la fecha reabrir 16 expedientes judiciales que son los que sustentan las exhumaciones de restos no identificados y que podrían comenzar a resolverse cuando se tengan los resultados de los análisis forenses.
De acuerdo con datos oficiales, 300 militares y 214 civiles panameños –muchos de ellos del barrio capitalino del Chorrillo que sufrió los bombardeos– murieron durante la invasión, aunque la cifra sigue generando controversias y grupos de derechos humanos, así como la Asociación de Familiares de los Caídos, consideran que es mucho mayor. Del lado estadounidense murieron 23 soldados, según los reportes oficiales.
Los fallecidos panameños fueron enterrados en fosas comunes en un cementerio de la capital, pero meses después de la invasión y ante el reclamo de familiares se hicieron exhumaciones, en que se lograron identificar a muchos de los restos.
Fuente: Independent español