Panamá. Una fiscalía de homicidios comenzó las diligencias de exhumación en el cementerio Monte Esperanza en Colón, Panamá, en la primera reapertura de fosas que se realiza en ese camposanto en busca de restos óseos no identificados de víctimas de la invasión de Estados Unidos, ocurrida hace 31 años.
La exhumación en el camposanto caribeño forma parte de los esfuerzos que hace una comisión y familiares que buscan identificar a víctimas y encontrar desaparecidos durante la intervención estadunidense.
El Monte Esperanza es el segundo cementerio en el que se realizan trabajos de exhumación de restos de personas fallecidos durante la invasión para someterlos a pruebas de ADN y cotejarlos con familiares.
Los trabajos dirigidos por la fiscalía superior de homicidio y feminicidio comenzaron el día anterior en el cementerio colonense y consistieron en apartar varios cuerpos sepultados sobre los restos que buscan identificar.
Se trata de un caso específico donde familiares de una víctima informaron a las autoridades que los restos estaban ubicados en un punto determinado del cementerio de Colón.
Una vez estén las tierras removidas, antropólogos, arqueólogos y forenses, ellos empezaran a hacer su esquema de trabajo; tomarán las medidas respectivas y después iniciarán las exhumaciones, dijo la fiscal de descarga de homicidio y femicidio Maribel Caballero.
“Un trabajo mucho más lento que va a tomar un poquito más de tiempo”, explicó.
Familiares han recorrido un largo camino con el anhelo de conocer la verdad sobre las víctimas de la invasión que puso fin al gobierno de Manuel Antonio Noriega (1983-1989).
Una luz de esperanza se encendió a comienzos de 2020 cuando las autoridades judiciales reabrieron casos y comenzaron las primeras exhumaciones en el cementerio capitalino Jardín de Paz, pero la pandemia por el coronavirus, el confinamiento y la demora en la entrega de los fondos para operar han atrasado los trabajos.
Aún, así el Ministerio Público extrajo ya unos 33 restos humanos para análisis antropológico forense.
Fuente: La Jornada