Los periodistas publicaron más de 600 documentos desclasificados de EE.UU. de entre 1977 y 2011. Se originaron en la Casa Blanca, los Departamentos de Estado y Defensa, el Comando Sur, el Consejo Nacional de Seguridad y la CIA.
Cientos de documentos estadounidenses desclasificados, publicados hoy por un colectivo de periodistas de Panamá, relevaron que el 20 de diciembre de 1989, a solo horas del inicio de la invasión norteamericana a Panamá, el entonces presidente George Bush llamó por teléfono a su par Carlos Menem y a los mandatarios de Venezuela y México para informarles que iba a derrocar al dictador Manuel Noriega con un ataque masivo.
«Noriega había declarado la guerra, su Ejército había asesinado a un oficial de marina estadounidense, golpeado a otro y acosado a su esposa. (…) Tuvimos que tomar acciones”, le explicó Bush padre a Menem en plena madrugada y prometió «ayudar a los panameños a restaurar el gobierno democrático”.
Minutos después, llamó al entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y al mexicano Carlos Salinas y les ofreció la misma explicación.
“No podíamos permitir que Noriega cometa actos de violencia contra los estadounidenses”, le dijo a Salinas, según los llamados Panamá Files publicados por el colectivo de periodistas Concolón en una nueva plataforma inaugurada con esta investigación en el aniversario número 30 de la invasión.
Los periodistas de Concolón publicaron más de 600 documentos desclasificados de Estados Unidos fechados entre 1977 y 2011, vinculados a la invasión de 1989 y originados en la Casa Blanca, los Departamentos de Estado y Defensa, el Comando Sur, el Consejo Nacional de Seguridad y la CIA, según la agencia de noticias EFE.
Los documentos cuentan cómo se fue forjando la invasión y cómo finalmente esa madrugada 26.000 militares, más del doble de las tropas que tenía entonces las Fuerzas Armadas de Panamá, atacaron los centros de poder y los posibles refugios de Noriega, en un movimiento de pinzas para garantizar su captura, lo que sucedió el 3 de enero de 1990.
Revelan que Estados Unidos utilizó armas de última generación para atacar el Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa y que gran parte del barrio alrededor de esa base, El Chorrillo, quedó destruido.
«Hay memos durante un año sobre las cifras de panameños muertos en el ataque. Tras contar los cuerpos que ellos mismos enterraron en fosas y agregar las cifras proporcionadas por el Instituto de Medicina Legal (de Panamá), llegaron a la que mantuvieron para siempre: 202 civiles, 314 militares», publicó el colectivo de periodistas en la plataforma de Panama Files.
El rector universitario Juan Planells, el presidente de la Comisión 20 de diciembre, un grupo de referentes de todos los sectores de la sociedad panameña que trabajan en la defensa de los derechos humanos, explicó a EFE que ya hay «algo más de 250 casos verificados, validados, documentados» y ese trabajo permite afirmar que los muertos y heridos «efectivamente son víctimas de la invasión».
Algunos de los documentos informan que 19 miembros del Ejército de Estados Unidos fueron sometidos a juicio marcial por matar a civiles y 17 de ellos fueron condenados.
Otro documento precisa que tres miembros de la Séptima División de Infantería y uno de la 82 Airborne Division fueron condenados por matar civiles.
Otros documentos desclasificados, en cambio, celebran el éxito de la invasión sin analizar el costo humano, según los periodistas de Concolón.