Fuente: El Balboa
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) abrió este lunes sus archivos para que una comisión especial determine cuántas víctimas causó la invasión de Estados Unidos en 1989.
La Comisión 20 de Diciembre, instalada en 2016 por el Gobierno, hará su investigación en una pequeña oficina ubicada en el recinto donde se guardan los expedientes tramitados en los juzgados y tribunales del Primer Distrito Judicial de Panamá, informó una fuente oficial.
El presidente de la Corte, José Ayú Prado, explicó que se acordó con la comisión el acceso a “esa información valiosa que existe en los archivos, que no fueron destruidos y que están aquí perfectamente” guardados, reportó el Órgano Judicial en un comunicado.
Tema tabú
Veintisiete años después de lo ocurrido, se sigue desconociendo el número exacto de víctimas que dejó la invasión que acabó con el gobierno militar de Manuel Antonio Noriega. Las cifras de las distintas fuentes calculan entre 500 y los 5,000 muertos.
Desde su creación, en julio de 2016, la comisión se ha encargado de recabar los testimonios de “testigos presenciales” y de entrevistarse con distintas instituciones como la Cruz Roja, el Tribunal Electoral o el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, dijo en diciembre su presidente, Juan Planells.
La comisión, que cuenta con un presupuesto de 900,000 dólares, tiene entre sus finalidades contribuir al esclarecimiento de la verdad y de las violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario ocurridas desde el 19 de diciembre de 1989 hasta la retirada de las fuerzas armadas de EE.UU., recordó el Órgano Judicial.
Duelo nacional
El grupo de expertos también estudia la conveniencia de declarar el 20 de diciembre como día de duelo nacional y desarrolla propuestas de reparación con el apoyo de juristas internacionales, entre otras cosas.
El 20 de diciembre de 1989, EE.UU. puso en marcha la operación “Causa Justa” y envió a 26.000 soldados a Panamá para capturar al dictador Noriega, a quien Washington acusaba de impulsar el narcotráfico en la zona, según el argumento empleado por el entonces presidente estadounidense, George Bush.