A Lorenzo Marcos, su familia, como es la tradición de la etnia Guna, le realizó una ceremonia especial, solo usando su ropa, porque es uno de los muchos desaparecidos que dejó la agresión armada.
«Todavía estoy con la esperanza de que me den los restos de mi padre. Me hice la prueba de ADN con mis hermanos», detalló Cecilia, que espera poder realizar la ceremonia de despedida, ahora con los restos de Lorenzo.
Y su exclamación va dirigida a que la Comisión del 20 de diciembre tenga la ayuda necesaria para poder llevar su misión a buen puerto.