Ha muerto Juan Planells, ex rector de la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA). Fue también ingeniero y educador. Al momento de fallecer, este lunes 10 de octubre de 2022, a sus 80 años, ejercía la presidencia de la Comisión 20 de Diciembre de 1989. A lo largo de su trayectoria desempeñó múltiples cargos, entre otros, director del Instituto Nacional de Formación Profesional (Inadeh), director del Centro Nacional de Competitividad y directivo de la Fundación para la Promoción de la Excelencia Educativa. Nació en Cuba y llegó a Panamá en el año de 1961. Panameño por amor y convicción, en la tierra que lo recibió se casó y tuvo cuatro hijos. Fue un gran defensor de la calidad de la universidad panameña y promotor de la educación como vía de ascenso social.
En su memoria, se reproduce parte de la entrevista publicada el 7 de diciembre de 2018 en la versión impresa y digital del medio Capital Financiero, luego de un diálogo que sostuvimos cuando en ese momento era el rector de la USMA. Sus conceptos, ayer como hoy conservan vigencia y forman parte del legado inmaterial que hombres y mujeres dejan al partir para que fecunden el pensamiento y sigan vivos más allá del tiempo y toda circunstancia.
Juan Planells, rector de la Universidad Católica Santa María La Antigua (Usma), es un defensor de la calidad de la universidad panameña y de sus esfuerzos por establecer procesos de excelencia.
Desde esta visión, considera que para el estudiante universitario panameño “su mejor opción es estudiar en el país”, sin descartar que una vez graduado pueda completar su especialización en el exterior y regresar para aportarla.
Resalta como ventaja para el alumno que opta por la oferta universitaria nacional, la de mantener “un contacto estrecho con el sector productivo nacional y vivir la realidad social panameña frente a la que le corresponderá actuar”.
Cree que el orgullo debe comenzar por casa: Valorar lo propio más allá de las dificultades y reconocer los grandes logros de la educación panameña en el desempeño de sus ciudadanos.
-¿Cómo podríamos definir el perfil de la universidad panameña?
-Las universidades panameñas se encuentran en un proceso de actualización y mejoramiento continuo. Con la creación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Panamá (Coneaupa), inició una etapa de evaluación y acreditación que ha ayudado a crear conciencia sobre la importancia de ofrecer una formación de calidad a los estudiantes.
“Áreas como la internacionalización reflejada por la gran cantidad de convenios firmados entre universidades panameñas y de otros países, la digitalización representada por una incursión cada vez más intensa en la enseñanza virtual y los medios digitales y animando el servicio social que pone a los estudiantes a trabajar en proyectos de ayuda social dan prueba de ello.
«También la profundización de la investigación, que animada por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt), permite el desarrollo de centros de pensamiento, de propuestas de patentes y de investigaciones pertinentes”.
-¿Cuáles han sido las grandes tareas resueltas y las dificultades a vencer?
-La principal tarea ha sido la de vincular a las universidades con la realidad social del país. Sus profesores, en muchos casos, han vivido encerrados en sus claustros. Esto ha provocado que sus enseñanzas no sean pertinentes con los cambios que el mundo está experimentando. Esa cultura de oposición al cambio sigue siendo un obstáculo a vencer.
-¿Desde el Centro Nacional de Competitividad cuál es el diagnóstico?
–Educación, justicia e innovación son temas a atender. Somos muy buenos en logística, por ejemplo, pero debemos ocuparnos de las debilidades y no de las fortalezas.
-¿Está egresando el universitario que espera la sociedad panameña?
-Una larga historia de egresados que ocupan posiciones relevantes en la empresa privada y el Gobierno demuestra que nuestros estudiantes cumplen con las expectativas de la sociedad.
-¿Cómo lograr la inclusión de los jóvenes de menores recursos al sistema educativo superior?
-Mediante un sistema de becas y ayudas económicas como préstamos podemos lograr el objetivo de permitir que quienes tienen las competencias y la voluntad para graduarse en una universidad puedan hacerlo a pesar de los problemas económicos que experimenten. En la USMA el 15% de los estudiantes reciben algún tipo de ayuda económica.
-¿A qué sectores debe dar respuesta la educación técnica y a cuáles la universidad?
-No deberían existir diferencias entre la formación técnica y la universitaria por razones de pertenecer a diferentes sectores sociales.
“Ambas son vocaciones que merecen ser atendidas, pues de ellas depende el futuro del estudiante y del progreso económico y social del país.
La USMA comenzó hace dos años una oferta de formación técnica que comparte con la formación tradicional y otorga grados de licenciatura, maestría y doctorado, dándole similar importancia a todas ellas”.
-¿Hay carreras que deberían dejar de dictarse?
-El avance científico y tecnológico de los últimos años ha provocado un cambio con relación a la importancia de ciertas actividades que antes eran atractivas y hoy no.
“En Panamá adquiere cada vez más importancia la formación para la logística y el turismo por el aporte que espera la sociedad de las fortalezas fundadas en su posición geográfica (esto incluye la oferta de hoteles y restaurantes), la formación en tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para superar la brecha digital como programadores. Esta preparación permite el desarrollo de emprendimientos para la satisfacción de las necesidades de la población mediante la capacitación en gestión de creación de nuevas empresas.
“Por otra parte, las que tratan de servicios a la población adulta mayor por la ampliación de este grupo etario y las relacionadas con atención a clientes en general.
“Cada vez tiene menos importancia la formación de carreras vinculadas a sectores tradicionales no innovadores y con funciones repetitivas, aquellas que dependan de trabajos manuales susceptibles de ser reemplazados por robots y las que solamente capacitan para la intermediación que hoy en día desaparece por la comunicación directa a través de medios electrónicos.
-¿Cómo lograr que el joven recién graduado pueda ingresar a un sistema laboral que exige experiencia?
-Las pasantías en la empresa se convierten en un instrumento efectivo para que los jóvenes adquieran la experiencia práctica que requieren y la empresa lo conozca y evalúe de antemano.
“En muchos casos, al final de esta relación de aprendizaje, el estudiante queda comprometido para un trabajo en el mismo lugar donde llevó a cabo su pasantía. Este es un programa permanente incluido en la oferta formativa en la Usma”.
-¿Está la universidad formando al joven para que, además de un trabajo formal pueda procurar su propio emprendimiento?
-Hoy la promoción del emprendimiento y el traspaso de conocimientos para que resulte exitoso se convierte en un eje transversal de la formación universitaria. En la USMA hay un Departamento de Innovación Empresarial que atiende este tema.
-¿Cómo valora la creación del Consejo Permanente Multisectorial para la implementación del Compromiso Nacional para la Educación (Copeme)?
-El Copeme presentado recientemente a la sociedad panameña representa un esfuerzo concertado para provocar el cambio que transforme la educación de acuerdo a las necesidades de nuestro tiempo.
“Pone a todos los sectores vinculados con la educación a remar en la misma dirección. La actuación de ellos a través de Copeme alienta la esperanza de lograr que la educación marche al ritmo de los tiempos actuales.
“Su función de animar, acompañar y evaluar los progresos en las líneas de acción que presenta el Copeme se convierten en garantía de éxito.
«Hay una acción de la sociedad civil de participación y eso puede traer esperanzas de lograr cambios”.
-¿Cuáles son las condiciones para crear una educación competitiva y que sea la respuesta a la inclusión y el progreso?
-Promover la equidad en la distribución de las oportunidades de acceso a una educación de calidad para todos los panameños y panameñas es una condición indispensable para lograr una educación competitiva que sea la respuesta a la inclusión y al progreso.
“No debe haber ninguna diferencia entre la educación que se brinda al estudiante de la ciudad y la que se ofrece en el área rural y comarcal, ni en infraestructura, ni en equipamiento ni en la calidad de los educadores que trabajan en estas áreas. Igualmente, no debe existir diferencias relacionadas con el género ni limitaciones a la participación de los discapacitados”.
-¿Cómo debe vincularse la empresa privada, la sociedad y el Estado en la gran tarea de educar y formar para un futuro posible?
-La empresa privada se convierte en un actor importante en el proceso de educar. Mediante su cercanía a la escuela y a la universidad, el empresario debe presentar al sistema educativo sus necesidades de recurso humano productivo y comunicar al educador sus experiencias con las competencias que muestran los egresados del sistema.
“De igual modo, ofrecer la empresa para atender pasantías y visitas del estudiante a sus instalaciones, familiarizarlos con sus procesos y contribuir en la medida de sus capacidades a mejorar instalaciones y equipamiento en la escuela”.